Como empresa dedicada a la venta de TPV para hostelería en Vitoria, nos gustaría aprovechar estas líneas para hablar sobre la historia de estos terminales.
Antes que nada, queremos decirte que los primeros datáfonos o TPVs no se conectaban a la línea telefónica.
¿Sabes cuándo surgió la primera tarjeta de crédito en nuestro país? Fue en abril de 1971. Emitida por el Banco de Bilbao, su número era 0001 y pertenecía a Carlos Donis de León, el banquero que desarrolló la idea en España.
Aquellas primeras tarjetas no contaban con banda magnética en el dorso. Por ello, para hacer el pago, se utilizaba el imprinter -llamado bacaladera-, que se usaba para calcar la imagen de la tarjeta en una hoja.
¿Sabes por qué se conocía como bacaladera? Por el sonido que emitía al imprimir los números en relieve sobre el formulario, un ruido similar al cortador de pescado de los ultramarinos.
Como especialistas en TPV para hostelería en Vitoria, queremos señalar que aquellas bacaladeras comenzaron a desaparecer a finales de los 80 en favor de los datáfonos. Estos aparatos eran capaces de leer las bandas magnéticas y enviar la información al banco de manera telemática, lo que posibilitaba la transferencia de fondos de la cuenta del titular de una tarjeta débito o crédito a otra del establecimiento donde se compraba el producto.
Gracias a ello, se facilitaba la transacción, ya que con la bacaladera el propietario del comercio no recibía el dinero hasta que acudía al banco con los justificantes de las operaciones efectuadas.
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